La Alianza del Pacífico integra a la mujer a sus economías
Mónica Zalaquett Said Ministra de la Mujer y la Equidad de Género
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Mónica Zalaquett Said
La experiencia de los países líderes en igualdad de género nos confirma que avanzar hacia sociedades más justas e inclusivas es sinónimo de crecimiento económico y desarrollo humano. Esa trayectoria también nos muestra que el factor más importante para acelerar el cierre de brechas de género es la voluntad política: el compromiso decidido de los Estados para que esta materia adquiera la más alta prioridad dentro de las agendas de gobierno.
Es por esto que el compromiso asumido por los países que integramos la Alianza del Pacífico —Colombia, México, Perú y Chile— al firmar la Declaración Presidencial sobre Igualdad de Género abre a una oportunidad de desarrollo sostenible para nuestras naciones.
Esta no será una declaración más. Se ha definido una Hoja de Ruta, con políticas y metas concretas, para guiar al bloque en el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas que impulsen el empoderamiento económico y desarrollo social de las mujeres de nuestros países en toda su diversidad, con especial atención en las mujeres en situación de vulnerabilidad, las mujeres rurales, las indígenas y las que viven con algún tipo de discapacidad.
Las metas ponen el foco en el futuro de las mujeres, impulsando medidas que las empoderen en el marco de la reactivación económica post Covid. Algunos de los objetivos ambiciosos que nos hemos propuesto incluyen: aumentar la participación laboral, el emprendimiento y la inclusión de las mujeres en el comercio internacional; facilitar el acceso a cargos de liderazgo; disminuir la brecha digital de género y aumentar el porcentaje de graduadas en carreras STEM. También avanzar hacia una cultura de corresponsabilidad, a través de la medición del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y esfuerzos para reducir la brecha salarial. Por último, hemos puesto énfasis en la prevención y la respuesta efectiva frente a las distintas expresiones de violencia dentro del ámbito laboral.
Este es un gran paso, pues nuestros países, aun cuando han experimentado avances importantes, están todavía lejos de cerrar las brechas de género de forma sustantiva. Es clave que este compromiso permee a la sociedad en su conjunto y, de forma muy especial, también al sector privado, un aliado relevante para avanzar en el empoderamiento económico de las mujeres.
Es por esto que hago un especial llamado a que las empresas, sin esperar que las regule una ley, incorporen políticas y prácticas integrales que impulsen mayor igualdad de género. No olvidemos que además de ser un compromiso ético, la mayor diversidad en los equipos de trabajo y la presencia de mujeres en la toma de decisiones es una buena inversión para las empresas y la sociedad en su conjunto.
El objetivo de la Alianza del Pacífico es potenciar el crecimiento sostenible de las economías de los países que la conforman. Qué importante es, entonces, este reconocimiento de que la igualdad de género es un elemento fundamental para avanzar hacia ese objetivo.